El capricho de la luz

 

La luz es juguetona, aprovecha cualquier rendija para asomar y bañar los campos. Con este mar de olivos a nuestros pies es fácil encontrar luces y momentos que son realmente mágicos.

Fotográficamente hablando, el otoño siempre ha sido una estación fetiche para estar enganchado a la cámara todo el día. Más incluso, si venimos de un verano estremadamente seco como es lo habitual en esta zona de Jaén.

Este otoño ha comenzado a mostrarse casi llegando diciembre, en puertas del invierno. Un año atípico en todos los sentidos. Deseando que pase pronto y encarar el año venidero con otras expectativas, con vista a recobrar una normalidad que ya casi tenemos olvidada.

Seguiremos afotando pero echo de menos las salidas en grupo con los amigos de Gran Angular, llegamos a final de dos mil veinte con alguna escaramuza bien aprovechada en la mochila, pero muy escasas. Es lo que ha tocado.

Sobre esta foto decir que está hecha con una distancia focal de 135mm. de una lente zoom de 55-250mm. montada en una Canon 1100D con el equipo sin estabilizar en trípode. La luz que recibe la escena es la propia de la luz del día. 

La fotografía está hecha en modo manual con medición matricial, una apertura F5.0, velocidad de obturación de 1/400 con una ISO200 para completar el triángulo de exposición. Dicha exposición está sobre expuesta un paso según el exposímetro de la cámara. 

El revelado de la imagen está realizado íntegramente en Lightroom trabajando la corrección de lente, reencuadre, ajustes básicos, luminancia de colores, zonas con pincel de ajuste, filtro radial y degradado, más enfoque.