Un poco tímida

 

Como asustar a una tortuga.

Normal que esta pequeña tortuga no se mostrase en todo su esplendor cuando le hice la foto. Pobre. Se encontró de golpe y porrazo, una tropa de intrépidos macreros buscando bichos para inmortalizar con su equipo. No le quedo más remedio que quedarse inmóvil y aguantar una serie de ráfagas desde un lado y otro.

Esta fotografía la hice hace unos años, en un taller de fotografía macro que se impartió en la Sierra de Andújar, donde pasamos una buen día aprendiendo cosas sobre el mundo pequeñito. Como fotografiarlo, magnificarlo y cuidarlo. Todo suma.

Este tipo de actividades te abren la mente y nos enseñan a mirar de otra manera, por lo menos a mi me pasó. Por esos entonces no tenía ni lente macro, pero siempre me ha gustado aprender sobre lo que desconozco, y más, si está relacionado con la fotografía. En dos mil trece la cámara la llevaba a todos lados, fotografiaba todo lo que se movía, leía todo lo que pasaba por mis manos y ojos, me apuntaba a los cursos o charlas que surgían y, escuchaba atentamente a quien sabía de esto. Así sigo. Solo que a estas alturas selecciono lo que me interesa y analizo desde otra perspectiva lo que leo.

Para quien no conozca la Sierra de Andújar, solo le puedo decir, que puede ser el espacio natural con más biodiversidad de España en menos territorio. Además de ser uno de los lugares de cría del lince ibérico, al cual no he tenido todavía el gusto de fotografiar. Este trozo de Sierra Morena tiene algo especial, al año recibe una cantidad muy considerable de personas relacionadas con la naturaleza. Bien para temas relacionados con la fotografía, biología o medioambiente.

No voy todo lo que me gustaría pero una vez al año intento escaparme. Es el lujo que tiene Úbeda. Tener varios parques naturales a tres cuartos de hora en coche. Vamos, al lado de casa.

Sobre la foto.

Como he dicho más arriba, esta fue mi primera experiencia macrera en la fotografía. Toda la mañana estuve fotografiando con un teleobjetivo, el 55-250mm que suele venir con las cámaras básicas (antes los kit de fotografía venían completos, hoy en día ni de coña). A la tarde los profesores del curso tenían algunas lentes macro que nos dejaron probar, pasó por mis manos un 100m de Canon y lo aproveché para asaltar de mala manera a la tortuga en cuestión.

Ni trípode ni historias, a mano, tirado en el suelo y utilizando una piedra para estabilizar un poco la cosa. De esta manera medí en la cabeza del anfibio/reptil en modo matricial a +1 según mi exposímetro y preparé un disparo con los siguientes parámetros. Apertura F5.6, obturación 1/200, ISO 200 y distancia focal 100mm.

De esta configuración salió una foto horizontal la cual dejé en el mismo formato. Lo mismo es por defecto propio, pero para las fotografías que hago en macro siempre me inclino en aplicar un formato 1:1. Es como un vicio, me lo pide el cuerpo, y si puedo centrar en el encuadre al protagonista, mejor. Aunque en esta ocasión no fuese así, suelo aplicar esta manía en fotografías de este tipo.

Recomendación del abuelo cebolleta.

Solo os puedo decir que probéis a coger la cámara, sentaros en el suelo mirar y terminar tirados a todo lo largo. Da igual que sea en un parque, en el campo, un jardín en casa... Observar lo pequeño que os rodea con la cámara por delante. Luego para levantarnos lo mismo tenemos que pedir ayuda, pero el ratico de estar en el suelo lo vamos a disfrutar tela.

Ya sabéis que abajo podéis dejar los comentarios que queráis, os responderé encantado.

Feliz semana a tod@s.