Nocturnidades en Almería

O como convertir la noche en día

Nos ponemos en situación

El salir a fotografiar la noche no es una asignatura fácil. Hay muchos factores que influyen en el resultado de una foto o en la idea que llevamos grabada en la mente.

En una salida más de reconocimiento que fotográfica, fuimos con la intención de conocer las calas cercanas al arrecife de las sirenas. Para ello, nos dirigimos el amigo Fran y un servidor hacia esta parte de la costa de Almería, queríamos conocer el terreno. La idea inicial era visitar distintas calas y documentar localizaciones para preparar posteriores salidas nocturnas a este mágico rincón.

No tuvimos en cuenta ninguna efeméride, las agendas habían marcado que este día estaba libre y nos aventuramos a ver lo que se encontraba por allí. La luna estaba en creciente al 50% y si la noche acompañaba haríamos alguna fotografía del arrecife iluminado por esa luz.

Desde primera hora de la tarde estuvimos andando por las distintas calas soportando un aire infernal, el viento te tiraba y hacía imposible estar relajado a pie de playa. Mucho menos permitía mantener un trípode firme en una larga exposición. Así que nos dedicamos a documentar el lugar y elegir un sitio resguardado para la noche con el ánimo de llevarnos alguna foto en la tarjeta.

Curioso el tema del aire en esta zona dependiendo si sopla el viento de levante o poniente. En la cala de las sirenas donde se ubica el arrecife no había quien parase, solo se podía estar a pie de playa en un pequeño embarcadero que está muy bien resguardado del aire. Sin embargo, en cala arena que es la siguiente cala apegando a esta y en dirección a San José, no existía el aire. Hasta el agua carecía de oleaje. Mientras en la otra cala, se escuchaba romper el agua contras las rocas muy fuerte.

A lo que vamos

Cómo hice esta foto

Después de dar buena cuenta de la cena, nos dispusimos a montar el chiringuito para sacar alguna foto del lugar. Por lo menos para justificar que habíamos estado allí, el día fue infernal por el viento y la cabeza a última hora estaba a punto de explotarme.

A pie de embarcadero montamos los trípodes y el equipo, por mi parte, no tenía más pretensión que plasmar lo que mis ojos veían en ese momento allí. Al ser una noche con bastante presencia de la luna tenía claro que su luz me iba a iluminar la escena.

Para quien no conozca el lugar, tal cual se ve la foto, a la derecha está el faro de Cabo de Gata. En noches sin luna las rocas del arrecife se iluminan por esa luz y genera un ambiente muy interesante para sacar estrellas y detalle en el arrecife. Esa noche al estar la luna fuera la luz que aportaba el faro ni se notaba, y eso que la luna estaba a la mitad.

Sobre la técnica decir que al estar la cámara sobre trípode por hábito, manía o costumbre, desconecto el estabilizador del objetivo. Los ajustes de menú para la reducción de ruido también los dejé en modo off, tenía previsto realizar una larga exposición, si los dejo activados, el tiempo de hacer la foto se duplica y el resultado en el RAW no mejora una barbaridad teniendo en cuenta que iba a utilizar una ISO entre 100-200. 

El equipo utilizado en esa ocasión era mi EOS 1100D y el objetivo 18-55mm IS II. Para el encuadré opte por incluir en primer plano parte de la orilla, para completar por la derecha me apoyé en unas rocas que apuntaban al arrecife y al fondo el protagonista, el famoso arrecife. Lo único  que procuré en el encuadre, es que las rocas se solapasen lo mínimo posible y que el arrecife quedase lo más centrado posible en la escena.

Después de realizar algunas pruebas de luz, decidí utilizar una exposición de tres minutos, con una apertura F5.6 y una ISO de 400 para no estirar más el tiempo de exposición. Podría haber bajado la apertura a F3.5 y reducir el tiempo de exposición, pero la calidad en esta apertura no era el punto fuerte del objetivo. Con la distancia hiperfocal enfoqué por el visor, reapreté todos los ajustes del trípode para evitar trepidaciones por el aire y puse peso en el palo central. De esta manera apreté el disparador remoto en repetidas ocasiones para realizar varias fotografías en esta posición.

Como el ambiente estaba con bruma no opté por realizar ninguna foto en vertical, de haber estado el cielo con estrellas o nubes, seguro que hubiese buscado otro encuadre para este tipo de formato. Además, era tarde y la cabeza me iba a explotar, mejor recoger y volver para casa.

Aquí dejo la foto que elegí de esa pequeña serie que hice en este mismo encuadre. Una fotografía de exposición larga donde el movimiento del agua está detenido, una composición donde intento con los elementos llevar la atención hacia el arrecife de las sirenas, y una luz que a pesar de ser noche cerrada, bien pude parecer que está hecha en una hora azul o incluso a pleno día.

Si alguna persona tiene curiosidad sobre la foto o la temática, puede dejar escrita en los comentarios su pregunta, con gusto le contestaré a su cuestión.

Hasta la semana que viene.